¿Qué tan grandes o pequeños somos? (de la respuesta: mayor y menor a que o quién). A primera vista podría tomarse como una mera cuestión relativa, ya que depende desde el punto de vista en que se perciba o plantee, esto sucede en el momento en que a escala empiece a observarse: el universo, las galaxias, llegando a nuestro planeta que se ve tan sólo como un punto en toda una inmensidad (con el proceso de acercamiento), y ver de pronto que se vuelve en un todo nuestro planeta, con los matices propios de cada continente, llegando finalmente a posarse nuestra atención en un árbol, luego a una hoja (que en ese momento se vuelve el centro de atención) observando su composición, las células, los átomos, los protones, etc, etc, absolutamente todo, es como si con nuestra mirada traspasáramos la esencia misma de la vida, y que finalmente así es, teniendo todos en común más de lo que pensamos y con diferente composición según sea la finalidad o la familia a cual se nos haya dado la oportunidad de vivir (ecológicamente hablado).
Es tan bello tomar conciencia de lo que somos en sí, del ser parte de este universo, de este mundo tan hermoso que en cualquier detalle nos grita (y susurra a la vez) una amor inmenso, no quedando más que agradecer el milagro de la vida, que mis apás me hayan dado este regalo, que claro, mirando retrospectivamente, depende de algo muchísimo mayor, Dios, de como dirá Santo Tomas: de la Causa Primera, del Motor Inmóvil.
Todo es tan perfecto hasta que perdemos de vista nuestro origen y nuestra finalidad al existir, pasando como uno más del montón, peor aún, cuando pensamos y actuamos como si todo dependiera de nosotros, es decir, al creernos autosuficientes dejando así de percibir que la vida es un milagro que se fundamenta en algo tan maravilloso, perdiendo a su vez la capacidad de sorprendernos de cuanto nos rodea y sucede sin darnos cuenta al estar inmersos en nuestro mundito -que esto no es malo porque permite tomar conciencia de nuestro ser, pero sí el quedarnos con una visión corta de todo lo que en realidad hay fuera de nosotros- optando en ocasiones por el egocentrismo en más de una ocasión.
Somos, parte de un todo y por lo tanto, hay mucho que hacer, aplicando el método: reducción, ampliación-ampliación, reducción y finalmente, deducción. Y la sorpresa que esto nos traerá es fabulosa. (La parte restante de la conclusión es personal).
Iosefinzani
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