lunes, 21 de mayo de 2012

Es de día

Es de día, el sol ha salido, y sí, así es, tú no estas aquí
Las noches que en vela esperé por ti han terminado por marcharse
La luna y las lágrimas que gritaban por ti se han esfumado
Hoja tras hoja el piso del amor se fue confundiendo con el desierto
Tan hermético tu silencio que las palabras del corazón no se liberaron
Lograste dominar y callar la sangre que galopaba por tu ser
Encerrados en el sótano las ilusiones dejaste desolados
Los sueños en revuelta se han adormecido con el frío del invierno
El palpitar de mi corazón se ha recuperado de tanto sobresalto
Las ideas que antes navegaban por el mar de mi mente han naufragado
El deseo de correr y vivir el universo entero a tu lado se ha congelado
Pese a que la lluvia y el amor se resisten a que me retire
En total desolación y desencanto se hayan las estrellas en mi cielo
Lo cierto ahora es que es el recorrido del sol parece concluir su ciclo
La misma tormenta ha hecho que se cubra de armadura mi alma
Desconociendo el paradero de la llave, el sentido del sendero
No hay más sed que saciar, la sal ha secado mi garganta
No hay más palabras qué armar, la indiferencia ha borrado la memoria
No hay más besos ni promesas para dar, todo ha escapado
No hay más tiempo qué esperar, las manecillas se han desprendido del reloj
Una luz marchita juega con la rendija de la puerta por cerrar
Sin embargo, mis manos están en la perilla queriendo escapar
Si no hay nada que esperar no hay más por qué luchar
Esa luz que gritaba desde dentro se está confundiendo con el rayo matinal
Corre, galopa, vuela, aún podrías alcanzarme en la luna
Pero ya no hay más que susurrar, no hay más qué pintar
Tus huellas y tus señales han dejado una estela inconfundible de vacio
Tu camino ha remarcado el sendero solitario que iniciaste
Es de día, el sol ha salido, y sí, así es, tú no estás aquí
Como siempre el silencio es la melodía de mis noches
Tan distantes son los cantos que entonamos y escuchamos
Tan alejados uno del otro los latidos de la vida que nos empujan a vivir
Sé que la noche estará siempre ahi, que el rastro de tu paso quedará 
Y no quiero quedarme para mirar pasar mi vida en desdén
Tengo que arrancar de las estrellas la fuerza y ​​el brillo que perdió 
La inmensidad del amor que prodigué serán mi escudo en la batalla final
Nada quedó a la deriva, todo fue parte del rico néctar que ahora la flor despide
Es un adiós sin adiós que se perderá en el juego del olvidó mañana
Sin ataduras ni predicciones en ningún momento del tiempo
Se han liberado las alas de la vida para maravillarse de los rayos de sol que van emergiendo
Del día anterior no quiero nada ya…
Diapositiva24

Iosefinzani

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