lunes, 31 de octubre de 2011

DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Dentro de la fiestas de este mes de Noviembre está este día, donde celebramos a todas las personas que están ya en la presencia de Dios y que han sido canonizados, muchos no, pero con ello no quiere decir que no lo sean.

Son santos porque son un ejemplo de vida que nos alientan a vivir de la manera más digna posible, a vivir las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y que algunos padres de familia tomaron en cuenta a la hora de bautizarnos, indicándolos como nuestro santo patrono o nuestro intercesor ante Dios; aunque la intención al ponernos determinado nombre no haya sido directamente esa y, por ello, en el santoral no encontremos a nuestro santo, sí podemos encomendarnos a uno con quien nos identifiquemos o nos inspire para vivir y ser mejor persona cada día con su testimonio de vida.

Los santos no fueron personas que vivieron dentro de una vitrina de cristal para no cometer falta alguna, sino más bien, porque fueron personas como cualquier otra que tuvo pruebas, retos, problemas y situaciones a enfrentar durante su vida, y que el modo en cómo los enfrentó, los superó o los resolvió es lo que le da el grado de santidad, es decir, que vivieron en grado heroico las virtudes teologales. Normalmente todos los santos tuvieron que realizar una conversión de vida, es decir, que tras hacer una revisión de la misma, optaron por cambiar de estilo de vida o perfecciona su vivir bajo la voluntad de Dios, con todo lo que ello implica, ya que en el hacerlo encontraron su felicidad.

Por tanto, la santidad es un llamado para todos los seres humanos y, de manera especial, a todos los bautizados.

En estos tiempos en que todo parece moverse en la relatividad y que la felicidad está en lo inmediato, en lo efímero, en el sentir bien en este momento, procurando sólo mí felicidad, de manera individualista y egoísta; busquemos vivir no sólo en ello, sino en buscar en lo cotidiano y simple lo que supera nuestro día a día, experimentando la verdadera felicidad que da la plenitud de vivir nuestra humanidad en todas sus dimensiones, que nuestros sueños y retos tengan como meta la vida eterna, para no vivir como uno más del montón, dándonos así la oportunidad de experimentar en nuestro aquí y ahora una prueba de lo que será la felicidad eterna, de la cual gozan ahora los santos.

Por último, un comentario final, recordar que los santos son testimonio y ejemplo de vida de cómo vivir el mensaje que Jesús nos compartió a través de sus hechos y sus palabras, pero sobre todo con su vida y que estas personas, interceden por nosotros ante Dios, ante cualquier necesidad nos encomendamos a ellos para que nuestro ruego llegue a Dios y se resuelva según su voluntad y para mayor bien de nuestra alma. Los santos no realizan milagros, es Dios quien los obra, pero al encomendarnos a ellos ayudan a que el favor que solicitamos se resuelva, es como tener un amigo aliado que ruega también por nuestras necesidades.


Pueden checar su santo o con quien tengan mayor contacto o empatía en las siguientes páginas:
http://www.ewtn.com/spanish/saints/index.asp  y  http://www.es.catholic.net/santoral/

¡FELIZ DÍA!!!
Iosefinzani

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